El alpinismo colombiano sufrió una pérdida irremplazable con la trágica noticia del fallecimiento de Manuel Arturo Barrios Prieto, el intrépido tolimense que alcanzó el 22 de mayo de 2001 la cima del Monte Everest, marcando un hecho histórico para el País.

Nacido en Ibagué, el popular ‘Manolo’ se destacó como un apasionado amante de la montaña desde temprana edad. Su dedicación y valentía lo llevaron a convertirse en un integrante de la primera expedición colombiana en conquistar el Everest, un logro que resonó en toda la Nación y más allá de sus fronteras.

La comunidad alpinista y deportiva en Colombia lamenta profundamente la partida de Barrios, recordando sus proezas notables y su contribución al alpinismo nacional. Su valentía inspiró a muchos y abrió nuevas posibilidades para los futuros escaladores.

Barrios no solo se destacó por su éxito en el Everest, sino también por su compromiso con la promoción del alpinismo en Colombia. Su participación en otras expediciones importantes y su trabajo en programas educativos lo convirtieron en un referente respetado dentro de la comunidad.

La noticia de su fallecimiento ha generado una oleada de condolencias en las redes sociales, donde colegas, atletas y admiradores expresan su tristeza y comparten recuerdos de sus logros notables y su espíritu apasionado.

“El montañismo colombiano está de luto. Hoy se reportó el fallecimiento del tolimense ‘Manolo’ Barrios, primer colombiano en escalar a más de 8.000 mts, reconocido por escalar el Everest y completar las 7 cumbres. Se fue el héroe de una generación, nace una leyenda”, escribió un internauta en su cuenta de X (@RodriguezYate).

Cabe recordar que, en dicha expedición ‘Cafetera’, además de ‘Manolo’, también estuvieron Fernando González, Juan Pablo Ruiz y Marcelo Arbeláez, cuya travesía duró un total de 57 días extenuantes días, la cual al final tuvo una recompensa histórica.

La gesta de Barrios fue a los 44 años, luego de también escalar con éxito el Monte Aconcagua, la Cordillera Blanca del Perú, el Monte Cotopaxi de Ecuador, así como los montes Mckinley y Rainer en los Estados Unidos.

En una entrevista ofrecida a El Espectador en 2013, el tolimense contó por qué se convirtió en alpinista: “A mí me criaron en una finca y me iba a pie a la escuela. Aprovechábamos para subirnos en los árboles, brincando en los bejucos y había un lugar que era una especie de peñasco de tierra que había socavado una quebrada y ahí me subía. Desde esa época supe que esto era a lo que me quería dedicar”.

El legado de este destacado instructor y experto en rescate y salvamento de la ‘Tierra Firme’ perdurará como fuente de inspiración para las generaciones venideras que buscan desafiar los límites y alcanzar nuevas alturas en el mundo de la montaña.

Fotos: Tomadas de redes sociales.